- Auto-regulación: En su nivel primario la meditación sirve como relajación, manejo del estrés, reducción de la ansiedad, auto monitoreo, manejo del dolor.
- Auto-exploración: Destapar y explorar material inconsciente, descubrir patrones cognitivos y sentimientos, estar más en contacto con los sentimientos, deshabituarnos y desautomatizarnos. Con este propósito, la meditación refuerza las funciones saludables del ego tales como la tolerancia a la ambigüedad y al caos, la habilidad para autoregular y tolerar emociones, autocompasión, retrasar la gratificación, empatía, capacidad de quedarnos en la experiencia, etc.
- Auto-liberación: Experimentación de la dimensión espiritual, lo sagrado, la motivación al servicio, la compasión, la auto-trascendencia, las experiencias pico o místicas, la armonía y la unidad, liberación natural, autenticidad, maduración, balance y desidentificación. Con este propósito, la meditación suaviza o disuelve las estructuras restrictivas del ego, permitiéndonos un crecimiento más profundo. Este es el uso clásico de la meditación para el crecimiento personal y transpersonal.
El desarrollo es inclusivo. Cuando la meditación es utilizada primariamente para autoliberación, puede también utilizarse como autorregulación. Muchas personas no ven el verdadero valor de la meditación, ven en la meditación solamente una técnica de relajación y no su profundo potencial. Muchas personas hacen un poco de meditación, descubren sus poderes relajantes pero se pierden sus otros beneficios.
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