Los chakras (o chacras) se corresponden con glándulas de nuestro cuerpo. Por eso, al trabajarlas puede mejorar nuestra salud y nuestro estado de ánimo. Y es que cada chakra también se corresponde con una emoción. Estos chakras serían como remolinos de energía que, dependiendo de la salud y el estado anímico de la persona, estarán más o menos abiertos. Lo que propone el yoga es activar estos remolinos de energía con sus ejercicios o asanas. La espina dorsal y el campo energético humano contienen chakras, o centros energéticos, que vibran a distintas frecuencias. Cada chakra nos ofrece la oportunidad de establecer una relación fundada y satisfacer un profundo deseo humano. Cada frecuencia nos brinda el obsequio de cierto poder, el cual realza nuestra experiencia humana en el Planeta Tierra. A medida que sintonizamos con este poder, nos vigorizamos interiormente para dar solución a los desafíos concretos de ese centro energético o chakra y consecuentemente vivir vidas más plenas, íntegras y significativas. La palabra Chakra significa en Sankrist. “La Rueda” y evoca una concentración particular de energía dentro del cuerpo. Las funciones de estos centros sutiles; presentes en el cuerpo etérico; así como en el astral, serían la acumulación y la distribución de la energía del Universo, así como la función de mediación entre el plano inmaterial y el cuerpo físico. Los rayos de energía penetrarían perpendicularmente; haciéndolos ver como discos inmateriales, flores de lotus, de diversos colores y números variables de pétalos de loto. Por eso la tradición dice que los Chakra parten del Sol. El aspecto de los chakras dependerá de la evolución del individuo; será lento y poco luminoso en las personas vulgares y muy brillante; en linea ascendente; en aquellos que están habituados a las prácticas espirituales. En el primer centro vital se maneja: La sexualidad En el segundo centro vital se maneja: Las emociones En el tercer centro vital se maneja: El temperamento y las pasiones En el cuarto centro vital se maneja: Los temores En el quinto centro vital se maneja: Las ambiciones En el sexto centro vital se maneja: El intelecto En el séptimo centro vital se maneja: La espiritualid Estos chakras se pueden desarrollar por medio de la voluntad y el ejercicio: El primero se activa controlando las emisiones seminales El segundo se activa a través del control de las emociones El tercero por medio de algo hermoso por sus resultados; la humildad El cuarto por medio de la confianza en sí mismo El quinto por el desinterés El sexto por una sólida voluntad y un cumplimiento perfecto de los objetivos y responsabilidades diarias. El séptimo se desarrolla únicamente cuando los otros seis centros anteriores han sido totalmente reactivados, siendo su desarrollo lento y espontáneo.
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